Dormir bien es indispensable para mantenernos saludables y bellas. Durante la noche se realiza el proceso de regeneración de nuestro organismo, por esto es muy común que seguido leamos o escuchemos sobre la importancia de dormir profundamente 8 horas, aunque de antemano sabemos que –en especial para nosotras las mujeres- no es nada fácil…
Aplica estos sencillos consejos para dejar de lado el conteo de ovejas y lograr un largo, dulce y reparador sueño nocturno:
Colchón:
Es conveniente invertir en un buen colchón que te permita descansar. La mayoría de las tiendas especializadas ofrecen asesoría para elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades y forma de dormir.
Iluminación:
Nuestro ciclo circadiano está programado para dormir mientras esté oscuro, y despertar y mantenernos activas con la luz del día. Mantener la recámara oscura mientras duermes es indispensable para un buen descanso.
Temperatura:
Una recámara con temperatura inadecuada, ya sea demasiado cálida o fría puede interrumpir el sueño. Por lo general un ambiente fresco es óptimo para pasar una buena noche por lo que se recomienda ajustar la temperatura entre 15 y 22 grados. Un ventilador puede ser una buena opción siempre y cuando no sea ruidoso.
Almohada:
Nuestras almohadas son un detalle importante a la hora de conciliar el sueño, éstas deben ser cómodas y ayudarnos a mantener la columna vertebral en una postura correcta para evitar problemas de postura, cuello, espalda u hombros. Existe gran variedad de almohadas como las de fibras sintéticas, las de poliuretano, las de espuma o anatómicas, las de pluma o plumón, las de látex, las de agua y las de gel.
Las almohadas más comunes son las de fibras sintéticas, que además son las más baratas y fáciles de lavar, sin embargo nuestras preferidas son las de poliuretano o viscoelásticas porque se amoldan a la postura de nuestro cuerpo.
Esperamos te sirvan estos consejos y que logres conciliar un sueño reparador...
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