Durante esta cuarentena me he dado el tiempo de hacer limpia y acomodar cosas, y esto me hizo darme cuenta de que mi closet estaba lleno de toda esa ropa que he guardado por años pensando que me quedará algún día... Guardaba prendas de cuando era muy delgada (quizás con la ilusión de que algún día podría volver a usarlas...) O quizás tu caso sea lo contrario, y perdiste peso o bajaste de tallas pero sigues sin deshacerte de tu ropa grande porque muy en el fondo piensas ¿Qué tal si vuelvo a subir de peso y la necesito de nuevo..?
Cualquiera de estos pensamientos son basados en el miedo y la ansiedad, por lo que ver esas prendas en nuestro closet lo único que logran es incrementar esa ansiedad. Y luego te preguntas, ¿Por qué no tengo nada que ponerme?
Si las prendas se van ya no vendrán esos pensamientos, además hacemos espacio para nuevas prendas o para esas prendas que sí nos quedan y que pocas veces usamos; por esto es recomendable deshacerte de toda esa ropa que no usas desde hace 6 meses o más.
Otras prendas que deber sacar de tu closet es la ropa muy "trendy" o de moda pero de temporadas pasadas y que muy difícilmente volverán. Por eso es mejor deshacerse de ellas y quedarse con las prendas más básicas que podamos conservar por años.
Ropa interior vieja, percudida y "mata pasiones". Aunque vivas sola, la ropa interior es algo que te hace sentir sexi y deseable. No importa si eres flaquita o gordita, lleva siempre ropa interior linda, cómoda y en buen estado, verás que te sientes mucho mejor.
¡Fuera ya toda la ropa percudida o desgastada! Cualquier prenda que se encuentre en mal estado, rota, con hoyos... Y si de plano te encanta la prenda busca formas de reinventarla y darle un nuevo look.
Y qué decir de las prendas manchadas... ¿Te ha pasado que tienes una blusa divina pero que tiene una manchita de grasa y no te deshaces de ella porque piensas que pasará desapercibida? ¡Ajaaa!, pues a menos que la mancha pueda ser cubierta con algún acesorio como un prendedor o una mascada, es mejor decirles adiós.
Los calcetines sin par, que vamos guardando con la esperanza de encontrar a su media naranja.
Los zapatos incómodos que por más que ames nunca usas o que cuando llegas a usarlos son un martirio; deshazte de ellos de una buena vez y regálalos, no quiere decir que porque son incómodos para ti lo sean para alguien más.
Recuerdas el popular dicho de “Te quiero más que a mis zapatos viejos” no debe ser mencionado jamás en tú closet.
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